RELATOS Roberto Molinares

lunes, 4 de mayo de 2020

Técnica de Vuelo

"Al no sentir nada sólido bajo los pies, usted debe suponer que ya está volando. Lo comprobará si siente ráfagas que le despeinan y le azotan la cara"




Me parece que la técnica de vuelo es simple. Primero se debe iniciar una lenta carrera para luego incrementar la velocidad alargando los pasos con pequeños saltos. Al mismo tiempo, se deben mover los brazos como si nadara al estilo mariposa, alternado los brazos. Esto es una advertencia; nunca se deben agitar los brazos como hacen con sus alas, los gorriones o los sinsontes, podría ser peligroso, mortal. Yo  recomiendo la técnica  que posee el conoto negro, esa ave increíble del orden de las oropéndolas, parecida a un cuervo, con un pico que restalla de amarillo y que posee dos plumas áureas centrales en la cola. Esta ave es una flecha contra el viento.

Una vez que se ha alcanzado una velocidad considerable y se ha generado el impulso necesario, debe usted dirigirse hacia una colina que indefectiblemente conduzca a un farallón grande. Al no sentir nada sólido bajo los pies, usted debe suponer que ya está volando. Lo comprobará si siente ráfagas que le despeinan y le azotan la cara.

Oropéndola Crestada - Imagen de bp.blogspot

Cuando en estas instancias logre abrir los ojos, notará que abajo se abre un valle verde y que todas las casas y personas se ven muy pequeñitas. Si a estas alturas, (aquí la palabra altura, no se refiere a la altura del vuelo, si no al momento que se vive) usted no experimenta ninguna atracción brusca de efecto gravitatorio, es porque verdaderamente se encuentra volando. Entonces experimentará un sentimiento parecido a la felicidad.

Las instrucciones para el aterrizaje son un poco más complejas.

1 comentario:

  1. Mi amigo David Espinoza, agudo intelectual, me envía el siguiente mensaje por otra vía y no puedo dejar de consignarlo por acá: «Muy buenas instrucciones para elevar el vuelo, estimado Roberto. Me parece muy bien con una salvedad. Usted no me puede animar a intentar volar sin el manual de aterrizaje, a menos que esas instrucciones venga con una segunda entrega. Mientras, prefiero mantener mis pies en tierra aunque mis pensamientos sigan en la luna :-) pero no por eso deje de seguir elucubrando. Lo apoyo desde mi humilde trinchera.»

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Gracias por tu comentario. Es un aporte muy valioso para mi.